Rabat : los 4 lugares que no te puedes perder

El subsuelo marroquí está lleno de tesoros y la mayoría de ellos se encuentran ahora en el Museo de Historia y de las Civilizaciones de Rabat (antiguo Museo Arqueológico), el más visitado de la ciudad. Inaugurado en 2017 después de un año de restauración, este edificio alberga magníficas colecciones de cerámica, herramientas cotidianas y mosaicos que cuentan la historia de Marruecos desde la prehistoria, pasando por la antigua Roma, y llegando finalmente al período islámico con las grandes dinastías marroquíes. La dinastía de los alauitas, la última de todas, aún existe en la actualidad.

Construida en el siglo XII por mandato de la dinastía almorávide, la alcazaba o kasbah de los Oudayas ha tenido diversas funciones a lo largo de los años. Inicialmente fue utilizada como base militar de las tropas marroquíes, especialmente durante la conquista de Andalucía, y pasó a ser luego la guarida de un corsario. El sultán Moulay Abderrahmane le otorgó su nombre actual en honor a la tribu de los Oudayas, quienes ocuparon esta alcazaba. Durante la segunda mitad del siglo XIX y bajo el impulso del protectorado francés, el lugar se transformó en un encantador pueblecito. ¡Sus estrechas calles blancas y azules te harán creer que estás en una isla griega!

Situada fuera del centro de la ciudad, la necrópolis de Chellah es un lugar lleno de misterio y envuelto en un halo de espiritualidad. Construida sobre las ruinas de una antigua ciudad romana, fue utilizada como cementerio para enterrar a varios miembros de la dinastía meriní. Ahora restaurado y protegido, este sitio histórico es el lugar ideal para una escapada romántica en el corazón de un exuberante jardín y de un entorno antiguo.

La Torre Hassan es a Rabat lo que la Torre Eiffel es a París: ¡todo un símbolo de la ciudad! El sultán Yaacub al-Mansur quería construir la mezquita más grande del mundo, por lo que la encargó en el siglo XII. Sin embargo, la construcción se paró cuando el sultán murió, dejando la torre sin terminar. Hoy en día, el edificio de estilo hispanomusulmán atrae a un gran número de turistas que aprovechan también para visitar el magnífico mausoleo de mármol blanco italiano del rey Mohamed V, situado a pocos metros de la Torre Hassan. En su interior se pueden ver las tumbas del rey y de sus dos hijos, incluida la de Hassan II, su sucesor en el trono.