Fès : los 3 lugares que no te puedes perder

La marroquinería es un arte ancestral en Marruecos. En Fez, los curiosos podrán observar el proceso de fabricación del cuero, un verdadero espectáculo en el que se suceden los actos, como si de un teatro se tratase: se secan las pieles, se curten, se cuelgan y se tiñen en los tanques hasta conseguir su versión final que se envía a las tiendas de marroquinería.

Construida por mandato de la dinastía de los Meriníes en 1350, esta universidad religiosa se merece una parada durante tu visita en Fez, ya que es uno de los pocos monumentos religiosos abiertos a todos los públicos. La madraza tiene una arquitectura y decoración típicas del estilo hispanomusulmán, con un bonito patio central pavimentado con mármol en el centro y rodeado de celosías de madera tallada. En el piso de arriba, se pueden visitar las habitaciones donde se alojaban los estudiantes. Antiguamente, las normas de este internado religioso eran muy estrictas, ya que durante los períodos de exámenes los residentes solo podían comer pan, aceitunas y agua. La madraza es la más grande de la ciudad y también sirve como mezquita para la oración de los viernes. Además, es la única escuela coránica con un minarete con vistas a la ciudad.

Considerada como la capital cultural de Marruecos, Fez es especialmente conocida por su medina fortificada, la más grande del Magreb, que alberga la mayoría de las instituciones culturales de la ciudad. En el barrio de Bab Bou-Jeloud, accesible a través de la magnífica puerta del mismo nombre cubierta de cerámica azul y verde, los visitantes pueden pasear por las calles medievales, admirar la magnífica decoración de la madraza Bou Inania, descubrir la mezquita de Karaouyine, una de las más antiguas y prestigiosas del mundo musulmán, o visitar el museo Dar Batha, dedicado a las artes y tradiciones de la ciudad.