Los 9 lugares que no te puedes perder en Ibiza

Durante muchos años, las salinas de Ibiza han tenido un gran renombre. Se trata de kilómetros de terreno preservado y accesible situado al sur de la isla, cerca del aeropuerto. También encontramos una parte en el pueblo de San Ferran de Ses Roques. En este paisaje podrás descubrir dunas y marismas, así como algunas playas lejos de la civilización y con una autenticidad notable.

El islote de Es Vedrà sigue fascinando tanto a los habitantes como a los que la visitan. Esta gran roca posee un magnetismo particular que puede hacer perder el norte a las brújulas. Es un lugar que recoge muchas leyendas paranormales. Aparece incluso en la Odisea de Homero, por lo que lleva despertando interés más tiempo del esperado.
Creando un hueco en el mar, el místico islote de Es Vedrà ofrece un paisaje natural sublime que se puede visitar en barco durante una visita de media jornada. También puedes disfrutar de un buen paisaje alrededor de la isla en coche. También puedes dirigirte a pie hasta la Cala d'Hort, una magnífica playa perfecta para admirar la gran roca, especialmente durante el atardecer.

Es Canar, situada en Santa Eulària des Riu, es un punto de encuentro de los hippies desde hace años. Los adeptos del movimiento happy-flower no dudan en visitar el mercado hippy de Punta Arabí durante el buen tiempo. Está situado a unos minutos del mar. Es Canar es un símbolo de Ibiza. En otro tiempo, la isla sufrió las consecuencias de su ubicación, aislada lejos del continente. Pero entonces, por cosas del destino, llegó el turismo, que reflotó la economía y cambió la isla por completo. De este modo, en los años 60, los hippies llegaron en masa a la isla para disfrutar de una corriente que contribuiría a hacer lo que hoy es Ibiza. Con el tiempo, muchos de ellos vendieron sus propiedades fuera para prolongar su estancia en Ibiza. Muchos de ellos se quedaron, en particular a Es Canar. Desde los años 50, artistas de todo tipo exponen en este mercadillo sus creaciones cada año, y puedes encontrar conciertos y objetos diversos a la venta (incienso, mandalas, atrapasueños, etc.). Aunque no compres nada, siempre es agradable descubrir este lugar para disfrutar de un ambiente tan particular.

Lo cierto es que se habla muy poco de este pequeño rincón de la isla de Ibiza. Sin embargo, es uno de los paisajes más extraordinarios que he descubierto en la isla. Sol d'en Serra es un tesoro escondido que podrás encontrar aventurándote en el noreste de la isla. Siguiendo una vía sin salida, llegamos a un hermoso paisaje situado entre dos cabos que se extienden al Mediterráneo. Es posible disfrutar de la playa, aunque también puedes simplemente admirar el penetrante paisaje antes de emprender la siguiente aventura.

Cala Conta es uno de los paisajes naturales más bellos de Ibiza, sobre todo durante la puesta de sol. Es una fabulosa playa que te brinda unas vistas al islote situado enfrente de Ibiza. Puedes aprovechar para tomarte un cóctel en el chiringuito, especialmente cuando el cielo se va apagando al final del día. Cala Conta es la ocasión ideal para regalarte una visita a un lugar magnífico bañado por un intenso y eterno color turquesa.

Ibiza es indescriptible sin tener en cuenta su vida nocturna, sus fiestas al aire libre y sus pistas de baile. Pero en toda la isla existe un lugar en particular donde se reúnen cada verano los mejores DJ del mundo para celebrar la fiesta de apertura: la Playa d’en Bossa. Evidentemente, este destino no atrae a todos los turistas, pero por lo general es un lugar de Ibiza que nadie quiere perderse, aunque sea para contemplar los momentos previos a la fiesta comiendo o bebiendo algo.
Por suerte, durante la temporada baja, la Playa d’en Bossa se reduce a un bonito paseo por la costa donde puedes relajarte en la arena y vivir esta parada con mucha más tranquilidad.

Desde Santa Eulària des Riu, puedes iniciar un recorrido por el norte para descubrir los pueblos más bonitos de Ibiza. Santa Gertrudis, por ejemplo, posee una gran plaza mayor muy animada. Sus callejuelas de casas con fachadas blancas y amarillas y sus numerosos detalles tan fotogénicos hacen de esta localidad un agradable remanso de paz. No te pierdas el puerto de San Miguel. A pesar de su apariencia tan turística, el puerto ofrece un sendero en el que te puedes aventurar con total tranquilidad y descubrir la cantidad increíble de tonos azulados que nos brinda el Mediterráneo. Aquí, este paseo por el mar te dejará sin aliento.
Según tus gustos, puedes hacer una parada en uno de los tantos pueblos del norte de la isla para descubrir sus tradicionales callejuelas empedradas y sus balcones repletos de buganvilias, que tanto recuerdan a la calma y el romanticismo de las islas griegas.

La isla vecina de Ibiza atrae a miles de visitantes por sus playas vírgenes y el color increíble de sus aguas. Es una isla poco habitada, perfecta para aquellos que buscan desconectar. Aquí podrás disfrutar en la mesa de un buen restaurante con vistas a la playa. Los pueblos de Formentera tienen un encanto especial, especialmente el pueblo de San Francesco Xavier, con sus casas revocadas de blanco con cal. Formentera también es el hogar de una de las mejores playas del mundo: Ses Illetes. Su arena blanca contrasta con el color hipnotizador de sus aguas. Para acceder, tienes que coger un barco desde Ibiza, que sale de puerto varias veces al día y dura 1 hora.

Ibiza (o Eivissa) es la capital de la isla balear del mismo nombre, y suele ser la primera parada cuando se viaja a esta isla. Discreta y con mucho encanto, es una auténtica maravilla pasear por sus pequeñas calles blancas, preferiblemente antes de comer. Dalt Villa sabrá ganarse tu corazón con sus calles peatonales, sus casas coloridas, sus restaurantes y cafeterías tan acogedores y sus numerosas tiendas. Sus calles emanan poesía, y hacen recordar a las Cícladas griegas. Para que no te pierdas nada, la ciudad es básicamente peatonal.
Puedes seguir tu visita por el puerto de Ibiza, que, durante la temporada alta, es el lugar ideal para dar un paseo. Ofrece una gran imagen panorámica de las casas del casco antiguo, que parecen pegadas entre sí. Un lugar de interés que no puedes dejar pasar son las murallas de Ibiza. Construidas en el siglo XVI, las murallas de la fortaleza vigilan permanentemente la ciudad. Puedes visitar la fortaleza, o simplemente subir para disfrutar de una vista panorámica excepcional.