Los 12 lugares que no te puedes perder en Portugal

A 900 km de Portugal y a tan solo 600 km de Marruecos se encuentra una joya que debes descubrir. Este archipiélago cuenta con un clima tropical y unos paisajes asombrosos.
Funchal, la capital, es una adorable ciudad en forma de anfiteatro y rodeada de colinas salvajes. Su mayor atractivo es el jardín botánico, que reúne una variedad impresionante de flores y plantas. También vale la pena visitar la catedral de Funchal, donde puedes aprender mucho sobre la historia de Portugal gracias a su techo artesonado y su sillería tallada.
No hay muchos lugares en los que disfrutar de un baño en Madeira, a parte de la gran playa de la de Porto Santo, aunque te recomendamos las piscinas volcánicas naturales de Porto Moniz para una experiencia inédita. Si no, sus calas de basalto negro poseen un agua bastante clara que conforman auténticas lagunas naturales. Aquí se encuentra el acantilado más alto de Europa. Cabo Girão no está recomendado para los más vertiginosos. se trata de un acantilado de más de 580 metros de alto. Desde su plataforma de cristal se pueden admirar los cultivos de las parcelas y los amenazantes peñascos que dan paso al océano.
¿Y por qué no cambiar de aires y subir a la cima del Pico do Arieiro? Su sinuosa ruta va descubriendo, a medida que vamos dejando atrás las nubes, un paisaje rocoso cada vez más fantástico, casi lunar.

En pleno corazón de Portugal, las regiones de las tres Beiras (Beira Ata, Beira Litoral y Beira Baixa) tienen un encanto que no deja indiferente a nadie. En el interior encontrarás caseríos que han sabido conservar toda su autenticidad integrándose en perfecta armonía entre la piedra de la montaña. No te pierdas Coímbra, y su universidad, la primera del país, fundada en el siglo XII y declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Esta ciudad está repleta de tesoros, como su apasionante biblioteca Joanina, situada en la universidad o el monasterio de Santa Cruz, que conserva los restos mortales del primer rey de Portugal. No te pierdas las maravillosas vistas desde lo alto del campanario. La ciudad también celebra la fiesta más esperada por los estudiantes, denominada Queima das Fitas, que comienza con una Serenata a media noche, un concierto de fado que conmemora el final de la vida estudiantil.
El pueblo medieval de Monsanto ha sido elegido la aldea más portuguesa de Portugal por su ambiente tan típico incrustado en el granito. Descubre una enorme roca colocada en lo alto de una casa, que ha sido construida bajo dos enormes masas de granito. Un auténtico espectáculo.
Piódão es un lugar preservado con callejuelas medievales hechas de piedra de esquisto donde el tiempo parece haberse detenido.
También te recomendamos las murallas fortificadas de Trancoso, d’Almeida, la histórica aldea romano-visigoda de Idanha-a-Velha o la antigua ciudad romana de Conímbriga.

El llamado Parque natural do Douro es uno de los más bellos de Portugal. Situado al este de Oporto, es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y la ornitología. Aquí podrás observar muchas especies de aves endémicas como el buitre leonado, el águila real o el alimoche común, también llamado buitre egipcio. Sus acantilados rodean la ribera del Duero a más de 200 metros. Es un lugar perfecto para navegar por el río. ¿Te animas? Sube al mirador y disfruta de un entorno salvaje y único. Intenta hacer una parada en Miranda del Duero, situada en la frontera con la provincia de Zamora, donde sus habitantes hablan mirandés, lengua hermana del leonés o el asturiano.

Bienvenido/a a la Roma portuguesa. Braga, situada a unos 50 kilómetros al norte de Oporto, es otra de las ciudades más importantes de Portugal. Observa su espectacular arquitectura barroca y sus edificios religiosos, tan numerosos como únicos. Pasea por sus callejuelas y por su magnífico casco histórico. El punto álgido de la visita se centrará en el santuario de Bom Jesus do Monte, una iglesia de estilo neoclásico con una inmensa escalinata barroca. Tampoco te pierdas la catedral de Braga, el Jardín de Santa Bárbara, las Termas Romanas o el Santuario de Sameiro.

¿Amante del vino? Entonces Alentejo está hecho para ti. Aparte del Oporto y del vino de Madeira, las cepas portuguesas producen un vino exquisito, como ocurre en Évora, Redondo, Portalegre y la región histórica de Alentejo, que cubre casi un tercio del país. Lo más práctico es sin duda alquilar un coche e ir de bodega en bodega por viñedos, colinas y pueblos. Puedes aprovechar el recorrido para adentrarte en el Parque Natural da Serra de São Mamede o visitar la villa medieval de Marvão o la ciudad de Elvas, que tiene el mayor número de fortificaciones de Europa.

En el oeste de Portugal (Región Centro), el pueblo de Óbidos es famosa por su magnífico castillo fortificado. Construidas en el siglo VIII por los moros, las murallas ofrecen un panorama excepcional del valle. Aquí encontrarás numerosos vestigios romanos. Piérdete entre sus calles repletas de flores, azulejos y blancas fachadas. Además, es un pequeño municipio donde encontrarás un ambiente muy animado, tiendas de artesanía, cafeterías en sus placetas y mercados locales, que contribuyen a aportarle un ambiente alegre y familiar. Admira los azulejos blancos y azules de sus iglesias, son una auténtica obra de arte.

Évora es una de las ciudades más hermosas de Portugal y la segunda ciudad con más monumentos históricos después de Lisboa. Es un lugar en el que se vive muy bien, gracias en parte a su gran vida nocturna con bares y restaurantes abiertos hasta tarde, como en España. Si te interesa una visita más cultural, no te pierdas el Templo Romano de Évora, uno de los monumentos romanos mejor conservados de la península ibérica. El Aqueduto da Água de Prata también merece la pena. Una de sus peculiaridades es que bajo sus arcos se han construido pequeñas casas y tiendas que se integran con total armonía entre sus pilares. La arquitectura gótica de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción es magnífica. Las vistas desde lo alto del campanario no te decepcionarán.

¿Te gusta la naturaleza? Si es así, no dejes escapar esta parada en pleno corazón de Portugal. El parque natural Serra da Estrela se extiende a lo largo de más de 100 000 hectáreas. La Torre es un monumento que marca el punto más elevado de Portugal en la península (1 993 metros). Sus magníficas rutas, que puedes realizar a pie o en bici de montaña, te llevarán a través de una cadena montañosa por frondosos bosques hasta algunos lagos de agua clara y llanuras rocosas. Quizás tengas suerte y descubras una fauna variada compuesta de lobos, jabalíes, zorros, águilas reales e incluso el Cão da Serra da Estrela, una raza de perro autóctona de Portugal.

A solo 30 minutos en tren de Lisboa, Sintra te adentra en otro mundo completamente diferente, repleto de hermosos palacios y fortalezas abandonadas. Es una pequeña ciudad que posee al menos diez monumentos que representan a la perfección el Romanticismo del siglo XIX. No te pierdas el Palacio da Pena y sus fantásticos colores y formas. Está rodeado por un inmenso parque con fuentes y estatuas que emergen de entre los árboles. El Castillo de Sintra (también conocido como Castelo dos Mouros) ofrece unas fabulosas vistas de la ciudad. Y si te apetece sumergirte en una atmósfera oriental, visita el Palacio de Montserrate, con numerosos toques de estilo árabe. Los lujosos jardines del Palácio da Regaleira también merecen una visita. La magnificencia arquitectónica del palacio es impresionante.

Algarve es la región del sur de Portugal, famosa por sus idílicas playas y su clima agradable. Los centros turísticos costeros han sido invadidos por un turismo cada vez más creciente y un fuerte impacto paisajístico debido a la construcción, aunque, en cuanto te alejas un poco, el entorno revela pequeños rincones salvajes con mucho encanto.

Este es un destino muy visitado que ha crecido en popularidad. La ciudad ofrece numerosos atractivos: monumentos históricos, una tradición culinaria exquisita, un arte de vivir inigualable, un vino mundialmente conocido y un nivel de vida favorable para los turistas. No es de extrañar que Oporto haya sido elegido mejor destino europeo durante tres años consecutivos.
Y es que la ciudad posee un gran encanto gracias a sus pequeñas calles escarpadas que conducen al Duero o a sus famosos puentes, entre los que se encuentra el célebre Puente Luis I. El Valle del Duero, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, es conocido por sus viñedos, que son la primera etapa de producción del célebre vino de Oporto. Un día de degustación de vino por sus viñedos o en las afamadas bodegas de Vila Nova da Gaia es una actividad obligatoria. El centro de la ciudad cuenta con hermosos monumentos, algunos de ellos decorados con espectaculares azulejos que llenan la ciudad de vida y color. La imponente catedral, el Salón morisco del Palacio de la Bolsa o la iglesia de Sao Francisco con sus tonos dorados son manifestaciones arquitectónicas espectaculares. La librería Lello, considerada por muchos como la librería más bonita del mundo, es solo uno de los muchos lugares excepcionales de sus pequeñas calles empedradas. Para terminar el día como se merece, pasea por el barrio de Ribeira a orillas del río Duero. Se trata de una zona turística, animada, con restaurantes, tiendas, conciertos y espectáculos improvisados.
San Juan es una fiesta imprescindible que tiene lugar cada 24 de junio, día festivo en Oporto. Por las calles de la ciudad encontrarás un ambiente de animación y locura entre globos y fuegos artificiales. ¡Lleva cuidado! Como manda la tradición, seguro que recibes algún que otro martillazo en la cabeza (¡con uno de plástico, déjate el casco en casa!). Esta tradición tan peculiar tiene como objetivo dar suerte a la persona que recibe un golpe con el martillo.

Paisaje de postal por excelencia de Portugal, Lisboa es una ciudad que engancha. Es una capital multicultural, con una vida y una belleza que perduran desde hace siglos.