Athènes : los 14 lugares que no te puedes perder

Al sur de Atenas, el Lago de Vouliagmeni es una joya natural situada a los pies de un acantilado, no muy lejos del mar. Las aguas del lago, cuya temperatura suele rondar los 22 °C, son ideales para un buen baño, además de poseer numerosas propiedades curativas debido a la alta presencia de potasio, sodio y calcio, entre otros. Hay una zona privada del lago que permite disfrutar de una especie de playa habilitada con tumbonas, sombrillas y duchas.

Después de un gran día de aventura, coge fuerzas para subir al monte Licabeto, un entorno perfecto para contemplar el atardecer y admirar las casas blancas de la ciudad. Cuando caiga el sol por completo, coge el funicular para volver a la ciudad y sumérgete por los barrios de Psiri o Gazi, donde se concentra la vida nocturna ateniense.

Se trata de uno de los puertos más importantes del país e incluso de Europa. El puerto del Pireo ha vivido un creciente poderío económico y marítimo en Atenas. Hoy en día, son numerosos los cruceros y los ferris que esperan a los pasajeros para embarcar rumbo a las hermosas islas griegas. El Pireo también es un lugar muy turístico, con restaurantes y tabernas donde degustar los pescados y mariscos más frescos. Un paseo por su costa dejará entrever los lujosos yates amarrados.

Menos turístico que Plaka, Monastiraki es el lugar ideal para descubrir la cultura y el estilo de vida ateniense. Su visita es muy agradable, y todas sus calles son peatonales. Deambula por sus callejuelas llenas de encanto antes de sentarte en la terraza de algunos de sus restaurantes. Si hay algo que destaca del barrio es su mercadillo, un lugar popular y muy frecuentado entre los atenienses.

Si tienes ganas de descubrir la gastronomía griega, estás en el lugar ideal. ¿Quieres sentir el aroma del Mediterráneo? Pescado fresco, mariscos, aceite de oliva, frutas, carnes... Se trata de una merecida parada para sucumbir ante los caprichos del estómago.

Muy cerca de la Acrópolis, en pleno centro de Atenas, se encuentra la Plaza Sintagma, un lugar muy animado y frecuentado por atenienses y turistas para disfrutar de un buen paseo o recorrer los numerosos comercios que la rodean. Epicentro de la vida política y social de Atenas (Syntagma: Constitución), en esta plaza se sitúa el Palacio Real, que alberga la sede del Parlamento desde 1935. NON No te pierdas cada hora el majestuoso cambio de guardia, protagonizado por militares ataviados con el uniforme de los soldados que lucharon en la guerra de la Independencia contra los turcos.

Plaka es el barrio más turístico de Atenas. Aunque no atraiga mucho durante la temporada alta por la gran cantidad de turistas que invaden sus calles, donde el «I LOVE GREECE» está por todos lados, encontrarás numerosos sitios donde probar algunas especialidades griegas.

Junto con el Partenón, este es uno de los monumentos más importantes de la Acrópolis y uno de los más sagrados para los atenienses. Edificado en honor a Atenea y Poseidón, que rivalizaron por el protectorado de la ciudad, el templo se conserva muy bien, y cabe destacar sus seis cariátides, columnas con forma de mujer que soportan la estructura del templo.

Comparable a grandes museos como el Louvre de París, el Museo Arqueológico Nacional de Atenas alberga una de las colecciones más importantes de la Antigüedad. En su interior se exponen cerca de 12 000 piezas de la Grecia Antigua: cerámicas, esculturas, estatuas, piezas de bronce, etc. Estas maravillas recorren el Neolítico hasta llegar a la época romana. Algunas de sus salas también se concentran en el Antiguo Egipto. No te pierdas la máscara de oro de Agamenón, los frescos de la ciudad de Akrotiri, la escultura ecuestre El Jinete de Artemisión y los famosos kuros y korai, estatuas de jóvenes hombres y mujeres, revolucionarias en el mundo del arte por ser de las primeras manifestaciones en representar la anatomía corporal de forma simétrica.

Este pequeño santuario situado en un promontorio frente al mar, dentro de la Acrópolis, rinde homenaje a la diosa Atenea con motivo de la victoria (niké en griego) en la batalla de Salamina. De estilo jónico, el templo de mármol del siglo V a. C. ha sido destruido y reconstruido en numerosas ocasiones a lo largo de su historia. Según la leyenda, aquí fue donde el rey Egeo se lanzó al vacío tras ver que llegaban los barcos con velas negras que anunciaban la muerte de su hijo, cuando en realidad fue este último quien se equivocó de color. El monarca, que esperaba vislumbrar desde el horizonte la tela blanca que anunciaba que su hijo había llegado sano y salvo, se suicidó tirándose al mar que hoy lleva su nombre.

Este vasto terreno era el centro social e intelectual de Atenas durante la Antigüedad, donde el pueblo votaba las leyes durante las grandes asambleas o simplemente debatía sobre cuestiones de interés político o actual. En ella se encontraban todas las instituciones públicas y administrativas de la ciudad.

Imposible hablar de Atenas sin evocar la célebre Acrópolis, situada en la zona más elevada de una ciudad. Antaño sirvió de ciudadela para proteger la ciudad. En ella se encuentran algunos de las manifestaciones arqueológicas más importantes y visitadas del planeta, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En ella se encuentran imponentes templos dedicados a la diosa Atenea, como el Partenón, el templo de Atenea Niké o el Erecteion, que también está consagrado a Poseidón. También podrás observar otros monumentos tales como los Propileos, el monumental portal de entrada de la Acrópolis; el Ágora, el Odeón de Herodes Ático o el teatro de Dionisio. ¡Toda una aventura en el corazón de la Antigua Grecia!

La imponente silueta del Partenón domina la Acrópolis, y sirve de punto de referencia a los atenienses durante la noche. Erigida en honor a Atenea en el siglo V a. C., el templo albergaba una gran escultura de madera, mármol, oro y marfil de la diosa Atenea, obra de Fidias, que por desgracia fue saqueada bajo el Imperio Bizantino. Pese a todo lo que el edificio ha sufrido a lo largo de los siglos, todavía queda el símbolo del poder de Atenas en su época dorada. El monumento, completamente de mármol en la actualidad, deja boquiabierto/a debido a sus colosales dimensiones y sus altas columnas dóricas, que hacen de él una auténtica proeza arquitectónica para la época en la que se construyó. Otra de sus maravillas es el friso de las Panateneas, que rodeaba el templo con cerca de 160 metros de piedra tallada que representaba la famosa procesión en honor a la divinidad. Hoy en día, los fragmentos que quedan se exponen en el Museo de la Acrópolis, el Louvre de París y el British Museum de Londres. Se trata de una de las siete maravillas del mundo antiguo.

Abierto de nuevo al público en 2009 tras varios años de restauración, el espléndido museo solo expone las piezas encontradas durante las excavaciones llevadas a cabo en la Acrópolis. El edificio reúne cerca de 4 000 objetos únicos, como las esculturas de la galería arcaica o las famosas cariátides, columnas con forma de mujer que sostienen el Erecteion, un templo construido en honor a Atenea, Poseidón y Erecteo, rey de Atenas. En el museo podrás contemplar las originales, pues las que sostienen en la actualidad el peso del arquitrabe y el friso son reproducciones. En el último piso te espera una sala de más de 3 000 m², que está exclusivamente dedicada a los restos del Partenón, consagrado a Atenea. Podemos destacar el impresionante friso del templo, que representa la procesión de las Panateneas. El centro multimedia ofrece documentales sobre la construcción del templo, cuyas dimensiones y técnicas de construcción siguen siendo un gran motivo de admiración y misterio para los historiadores. No te vayas sin visitar la Acrópolis in situ.