Los 7 lugares que no te puedes perder en Croacia

Zadar es una de las ciudades más grandes de Croacia. El casco antiguo de esta ciudad está completamente rodeado de murallas, y esto es algo que encanta a los turistas que buscan conocer más sobre la cultura e historia de este país. En el casco antiguo podrás encontrar varios monumentos históricos como la iglesia de Santa María que data del siglo XI o la catedral de Santa Anastasia. Una vez visitados los monumentos antiguos, puedes dirigirte al muelle de Zadar y sentarte a descansar en alguno de sus escalones, donde escucharás una extraña melodía. El órgano marino de Zadar fue construido en 2005 y mide 70 metros de largo. El instrumento, construido debajo del dique, reproduce un sonido constante cada vez que las olas lo golpean. Aparte de lo que ya hemos mencionado, no hay mucho más que ver en Zadar, porque la ciudad fue destruida por completo durante la Segunda Guerra Mundial.

A dos horas en ferry de Split, Hvar es un destino ideal para relajarse y descansar. En esta isla encontrarás unas playas preciosas, varios pueblos antiguos y diferentes locales donde salir de fiesta. Puedes empezar tu visita a la isla conociendo la pequeña ciudad de Hvar, la más animada de la isla. Las paredes de piedra, los callejones sombreados y los pequeños restaurantes de este lugar te animan a descansar y a conocer el estilo de vida de los lugareños. Después puedes subir a lo alto de la fortaleza de Hvar para contemplar las espectaculares vistas de la ciudad. Pero si vienes a una isla es porque te apetece estar en la playa, ¿no? Si es así, puedes aprovechar para conocer la magnífica playa de Zavala o la de Dubovica, aunque si exploras un poquito más la isla encontrarás también muchas calas poco conocidas. Si te quedas varios días, tienes que aprovechar para descubrir en barco o en kayak las islas Pakleni y especialmente la playa de Mlini, que es la más bonita de esta zona.

Split es la segunda ciudad más grande de Croacia después de su capital, Zagreb, y es sin duda una de las más bonitas. En el centro de la ciudad, que es en parte peatonal, hay muchísimas cosas por descubrir, como la Riva, un paseo marítimo con muchísimas embarcaciones pequeñas, o la Plaza de la República con sus fachadas rojas. Si haces una visita a Split puedes aprovechar para ir a Trogir, un pueblo con muchísimo encanto situado en una península a 40 minutos en coche. La arquitectura de esta ciudad fortificada es muy variada y pudo resistir a la Guerra de los Balcanes. Trogir, que se construyó hace unos 2 500 años, ha sido clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Te recomendamos que aproveches tu visita a Split para hacer una escapada a las pequeñas y estrechas calles de Trogir.

El Parque Nacional de Krka no es tan conocido por los turistas, porque generalmente suelen preferir el de Plitvice. En mi opinión, esto es un gran error que no se debe cometer cuando se viaja a Croacia. Si bien es cierto que este parque es más pequeño y algo menos impresionante que su imponente vecino, tiene un lado mucho más familiar y acogedor que le da un encanto especial. Plitvice suele estar lleno a reventar en cualquier temporada, mientras que Krka no sufre los desagradables efectos del turismo de masas.
Esto es una ventaja enorme, porque visitar un lugar natural en paz y tranquilidad y sin mucha gente tiene algo mágico. Aquí podrás elegir entre hacer un itinerario de unas dos horas siguiendo unos pontones de madera o hacer otras rutas de senderismo más cortas. En estos paseos pasará tanto por pontones por encima del agua como por senderos muy cerca de lagos y cascadas. Aquí la naturaleza está por todas partes, tanto dentro como fuera del agua. Para terminar tu viaje, te puedes dar un buen baño en el Skradinski Buk, que es algo que no puedes hacer en Plitvice porque está prohibido.

Aún nadie ha sabido decir a ciencia cierta si Dubrovnik se ha ganado su mote de «perla del Adriático» por el increíble color azul de sus costas o por su belleza tan especial. Pero, ¡no te preocupes! Tendrás la oportunidad de pensarlo mientras caminas por esta hermosa ciudad. Dubrovnik es una ciudad fortificada cuyas murallas están clasificadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estas murallas atraen a muchísimos visitantes cada año que buscan conocer más de la historia de la ciudad. Estas murallas resistieron todas las guerras y batallas que la ciudad ha conocido. No te puedes perder este recorrido de dos kilómetros por Dubrobvnik, aunque lo mejor es hacerlo al principio del día.
Además de descubrir las murallas de la ciudad, también puedes perderte por las calles empedradas de Dubrovnik, caminar por sus escaleras que te llevan a balcones floridos o sentarte frente a sus monumentos, como la catedral de la Asunción. Además, también puedes adentrarte en el corazón del casco antiguo a través de la Puerta de Pile al oeste o por la Puerta de Ploce, más cerca del puerto.
No puedes irte de Croacia sin visitar la isla de Lokrum, muy conocida por su curiosa leyenda, y las «buzas», que son bares que conectan las murallas con el mar. Si prefieres relajarte en una playa, podrás hacerlo en la famosa playa de Banje o en la de Bellevue.

En mi opinión, este parque nacional es una razón más que suficiente para hacer un viaje a Croacia. Es uno de los espacios naturales más bellos de Europa y enamora a todos los turistas que lo descubren cada día. Plitvice tiene una extensión de 294 km² y cuenta con decenas de lagos unidos por cascadas. Y todo esto lo encontrarás en un maravilloso natural maravilloso con pontones de madera.
El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice está dividido en dos partes: los lagos superiores y los lagos inferiores. Hay varios itinerarios que puedes seguir para aprovechar al máximo todo el tiempo que preveas pasar en el parque. Te aconsejamos que reserves dos días para descubrir este precioso parque. Una ventaja de este maravilloso paraje es que cuenta con un sistema de autobuses muy desarrollado y con varias lanzaderas de barco. Las paradas de bus están marcadas en el mapa como «estaciones ST» y los puertos con una P.
Hay muchísimas rutas diferentes para los turistas. Dependiendo del tiempo que quieras estar caminando, podrás hacer rutas de 20 minutos y hasta de ocho horas. No puedes perderte la cascada Veliki Slap, la más imponente del parque. No tengas miedo de alejarte de los senderos más famosos para ir en busca de mayor tranquilidad. Sumérgete en el corazón de esta joya natural que, sin duda alguna, dejará un recuerdo en tu corazón para siempre. Visitar Plitvice es también una oportunidad perfecta para darse cuenta de lo pequeños que somos frente a esta grandiosa naturaleza y para pensar en nuevas formas de preservarla.

La isla de Brac está situada en pleno corazón del mar Adriático y es una de las 700 islas de Croacia. Aquí se encuentra el encantador pueblo portuario de Bol, situado en el sur de la isla. Tienes que visitarlo sí o sí para disfrutar de su tranquilidad y autenticidad. Pero la isla es más conocida por la famosa playa Zlatni Rat, a veces llamada Cuerno de Oro, ubicada a 10 minutos a pie del centro de Bol. Esta espectacular playa tiene forma de triángulo, por lo que la playa tiene dos orillas diferentes, una a cada lado. El mar que bordea esta playa es de un azul claro espectacular, como ocurre a menudo en Croacia. Si eres más de estar en la sombra, podrás disfrutar de los chiringuitos de esta playa o del sendero que atraviesa el bosque. Malas noticias para los turistas: la playa no es de arena fina, sino que está formada por piedras muy pequeñas. Pero tranquilo/a, que la playa sigue teniendo un encanto especial. Los más deportistas podrán practicar aquí kitesurf o windsurf cuando sopla el viento y kayak cuando el mar está más tranquilo.