Montréal : los 8 lugares que no te puedes perder

Descubre una cultura artística sin precedentes y la atmósfera bohemia de los montrealeses en dos de las zonas más famosas de la ciudad. Aquí encontraras tiendas de ropa de segunda mano, cafeterías con encanto, galerías de arte, tiendas de discos... Todo ello en un entorno que anima sus calles con fachadas pintadas donde reina el street art.

El barrio histórico de la ciudad está repleto de pintorescas clles, restaurantes y mucho entretenimiento. No te pierdas el mercado de Bonsecours, la plaza Jacques-Cartier y las orillas del río Saint-Laurent. El Vieux-Port (Viejo Puerto) es uno de los lugares más turísticos.

La ciudad de los cien campanarios es el sobrenombre que se le da a la ciudad de Montreal debido a la cantidad de edificios religiosos que hay por sus calles. De todos ellos, podemos destacar dos:
La Basílica de Notre-Dame es la primera iglesia canadiense de estilo neogótico, auténtica joya que se distingue por sus frescos y vidrieras con motivos religiosos. El Oratorio de San José, es la iglesia más grande de Canadá, con la segunda cúpula más grande del mundo (97 metros). Los atardeceres son impresionantes, y habitualmente la gente va a disfrutar de dicho espectáculo desde las escaleras del edificio.

El Parque Mont-Royal es para Montreal lo que Central Park es en York: el corazón de la ciudad, ideal para un agradable paseo en verano o un poco de deporte en invierno. Ambos fueron diseñados por el arquitecto paisajista Frederick Law Olmsted.
Las vistas desde el mirador Kondiaronk ofrecen una sublime panorámica de los edificios de Mille Carré Doré quand le Lac aux Castors se transforme en patinoire géante l’hiver venu. À la belle saison, ne manquez pas « les tam-tams du Mont-Royal », ces rassemblements dominicaux de danseurs et percussionnistes autour du Monument à Sir George-Étienne Cartier.

Conocido como el barrio del arco iris por la gran presencia de la comunidad LGTB montrealesa, le Village mezcla mentalidad abierta, convivencia y una larga lista de comercios. En verano, el barrio se viste de color con faroles y banderas, aportando un poco de sombra a la calle Sainte-Catherine. La zona sigue siendo muy dinámica durante la noche, y es perfecta para una escapada nocturna.

Coloridos puestos y productos de la tierra te esperan en el corazón de este mercado emblemático de la Little Italy (Pequeña Italia). El lugar es conocido por ofrecer productos procedentes de diferentes lugares.

Las infraestructuras del Parque Olímpico, inaugurado durante los Juegos de 1976, es el resultado de una auténtica proeza arquitectónica. Su torre, de más de 165 metros de altura y con un ángulo de inclinación de 45 ºC hacen de ella el edificio inclinado más alto del mundo. No te pierdas su cima, que propone impresionantes panorámicas de 360°.

A tan solo dos pasos del Estadio Olímpico se encuentra uno de los jardines botánicos más importantes del mundo, escenario de un evento otoñal conocido como «Jardines de luz», en el que cientos de luces y faroles iluminan el entorno. También puedes combinar tu entrada y visitar el Biodôme, un museo que deja al descubierto toda la belleza de la fauna y la flora de los ecosistemas americanos.