Los 10 lugares que no te puedes perder en Costa Rica

Situada en la zona del Pacífico de Costa Rica, la playa Uvita es una verdadera maravilla. Se trata de una gran extensión de arena de más de 4 kilómetros que deja al descubierto un paisaje absolutamente idílico. Con la marea baja, la zona tiene forma de cola de ballena. Una de las grandes atracciones de esta playa y del parque natural que la rodea es que se encuentra en uno de los lugares más ideales del mundo para observar a las ballenas.

Si pasas por Uvita, quizás te apetezca un crucero para poder observar la ballena jorobada. Existen muchas agencias que pueden organizar tu expedición en el Parque Nacional Marino Ballena. Y si tienes ganas y tiempo de quedarte hasta que caiga el sol, te aconsejamos que hagas una ruta hasta la catarata Uvita para refrescarte en plena naturaleza.

Sería una auténtica pena que vengas a Costa Rica y dejes pasar por alto la costa del Caribe, que le da si cabe todavía más encanto a este país de América Central. Influenciados por la cultura india y afrocaribeña, los pueblos y ciudades de esta región poseen un encanto particular que se gana el cariño de todos los visitantes. El pueblo de Cahuita, uno de los más populares de la costa, será el punto de partida de tu aventura.

La visita al Parque Nacional Cahuita constituye una de las principales actividades de la región. También podrás disfrutar de las aguas calientes del mar Caribe en las numerosas playas de la región. Y para una visita que se aleje de lo convencional, no dudes en hacer una parada en Puerto Viejo de Talamanca o en la insólita y poco conocida playa de Punta Uva.

Si vas en busca de los lugares más recónditos del planeta, Bahía Drake y el cerro del Corcovado estarán sin duda a la altura de tus expectativas. En esta bahía del cantón de Osa puedes realizar un viaje en lancha por el río Sierpe. Además, también serás bienvenido al Parque Nacional Corcovado, uno de los parques más aislados aunque más espectaculares de toda Costa Rica.

Vive una verdadera expedición en el corazón del bosque tropical húmedo más grande de Costa Rica. Corcovado posee una biodiversidad excepcional. Acompañado por un guía, saldrás en busca de monos aulladores, monos capuchinos, tucanes o incluso jaguares. Además de las rutas, también puedes explorar el bosque tropical a caballo o hacer una expedición en barco hasta la magnífica Isla del Caño.

Si lo que te apetece es hacer una escapada al corazón de la jungla tropical en las alturas, la Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde es un destino que no puedes dejar pasar cuando vengas a Costa Rica. Este inmenso bosque nuboso de 105 km² es la morada de unas 3000 especies de animales salvajes y de plantas. El bosque de Monteverde es uno de los lugares en los que mejor se puede observar al quetzal en Costa Rica.

Son muchísimos los visitantes que vienen cada año a esta reserva, en la que también es posible hacer senderismo con o sin guía para observar la fauna y la flora. Aunque una de las actividades estrella aquí son los paseos por los puentes colgantes o la tirolina a través del dosel arbóreo. La región también es conocida por sus plantaciones de café y por su comunidad religiosa, cuyos integrantes se denominan cuáqueros.

El Volcán Arenal, con su forma cónica casi perfecta, ofrece una visión salvaje e irreal de Costa Rica. No es extraño que sea uno de los destinos más visitados del país, pues se trata de un volcán que sigue activo desde su última erupción en 1968. Aunque hoy ya no es posible admirar la lava deslizándose por la ladera del volcán, sigue siendo un lugar que despierta mucho interés.

Este Parque Nacional es un paraíso para los amantes del senderismo y el trekking en busca de aventura salvaje. De hecho, hay un montón de senderos señalados que permiten admirar paisajes excepcionales del volcán y el bosque tropical. Entre todas las cosas que hay en Costa Rica, te aconsejo también un baño en las aguas termales de la comunidad de La Fortuna.

Manuel Antonio es un parque nacional que no te puedes perder. Es uno de los más reputados del país, y no es de extrañar. En el corazón del bosque tropical húmedo, tienes la oportunidad de encontrarte con perezosos, monos capuchinos o pelícanos antes de darte un baño en las aguas del Pacífico.

El Parque Nacional Manuel Antonio se extiende sobre unos 16 km², y posee una biodiversidad excepcional. Podrás hacer senderismo en medio de la selva a través de los senderos del parque, a menos que prefieras explorar el bosque a lomos de un caballo o haciendo rafting. Ah, y no olvides una escapada por el mar para observar los delfines y las ballenas.

El Cerro Chirripó, el punto más alto de Costa Rica, es uno de los destinos que jamás se olvidan de este viaje. Con una altitud de 3820 metros, la montaña más alta del país no aparece en ocasiones en las listas de lugares para visitar, ya que la región es de difícil acceso. Sin embargo, el pueblo de San Gerardo, situado a los pies de la montaña, ofrece una pausa refrescante que te permitirá apreciar un paisaje completamente diferente al de la llanura.

Puede que si eres de los que les gusta la acción, tengas ganas de hacer senderismo en el Cerro Chirripó, o incluso de pasar la noche en el Refugio Los Crestones, a 3400 metros de altitud. También puedes hacer otras rutas durante el día en la Cloudbridge Nature Reserve, antes de hacer un pequeño descanso en las aguas termales. Si prefieres degustar un buen plato, también puedes, también podéis visitar alguna quesería o probar la gastronomía local.

El Volcán Poás es uno de los más activos de Costa Rica. Con más de 2700 metros de altura, su principal cráter sorprende nada más verlo, ya que su diámetro es de 1,5 kilómetros y contiene un lago de ácido que emite fumarolas constantemente. Y si el buen tiempo acompaña, podrás disfrutar de una panorámica impresionante que da a la costa del Caribe por el este y al Pacífico por el oeste.

La visita al Parque Nacional de Poás está muy controlada, ya que el volcán sigue estando activo y es potencialmente peligroso. Un camino marcado te permitirá descubrir los dos cráteres más grandes del volcán, así como el bosque tropical de la zona. Aprovecha tu visita en la región para visitar una plantación de café o para descubrir la impresionante catarata La Paz, que se encuentra a tan solo unos pasos.

Si vas a Costa Rica, ¡no puedes perderte la playa de Samara! Se encuentra en un pequeño pueblo tranquilo, donde turistas, surfistas y lugareños disfrutan de una espectacular bahía que invita a darse un buen baño. Al contrario que algunos lugares turísticos de Nicoya, Samara ha sabido guardar su auténtica esencia personal, aunque eso no impide que puedas irte de fiesta una noche por los numerosos bares del pueblo.

Samara es el mejor lugar de Costa Rica para iniciarse en el mundo del surf. Los arrecifes de coral protegen la playa de las poderosas olas del Océano Pacífico. Además, es un perfecto punto de partida para ir a descubrir la península de Nicoya, con sus numerosas y espectaculares playas, o para ir al sur hasta el pequeño y encantador pueblo de Montezuma.

Con el mar Caribe a sus pies, Tortuguero es un pequeño pueblo al que únicamente se puede acceder en lancha cruzando la selva. Tortuguero es un pequeño pueblo a los pies del Caribe. Es un auténtico santuario para la vida salvaje, y mundialmente conocido por su playa de arena negra, en la cual se avistan numerosas tortugas laúd que llegan a las orillas para poner sus huevos. Miles de viajeros de todo el mundo vienen especialmente a este pueblo para asistir a un espectáculo tan maravilloso. Estos entrañables reptiles ponen sus huevos entre junio y octubre.

El Parque Nacional Tortuguero ofrece a los visitantes numerosas actividades, como una vuelta en kayak para atravesar el gran número de canales que se adentran en la jungla u observar con facilidad caimanes, monos o incluso perezosos. Tortugero es un auténtico observatorio de la vida salvaje de Costa Rica. Si quieres aprender más sobre los quelonios, no te pierdas la visita al Centro de Conservación de Tortugas Marinas y al Museo de las Tortugas.