¿Cómo hacer que mi viaje a Tailandia sea un éxito?

Entre la inmensa capital de Bangkok, las playas paradisíacas de sus costas y el paisaje tan verde del Triángulo de Oro al norte del país, el antiguo reino de Siam es uno de los destinos más deseados por los turistas. Sin duda es un lugar que no deja de fascinar a los historiadores por sus antiquísimos vestigios heredados de antiguos palacios y templos budistas.

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Jef, nuestro experto en Tailandia

Consejos Jef, nuestro experto en Tailandia

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¿Qué período elegir para viajar a Tailandia ?

El clima en Tailandia varía considerablemente en función de la región que visites. Generalmente, se pueden distinguir dos estaciones dominantes: una estación calurosa (de diciembre a abril) y una temporada de monzones, que tiene lugar de mayo a noviembre. La temperatura puede alcanzar los 39 °C durante la estación calurosa, y puede descender hasta los 13 °C durante la estación de las lluvias en las montañas del norte.

El período ideal para visitar el país de las sonrisas es de noviembre a marzo. En cuanto a la temperatura del mar, no hay de qué preocuparse, el agua no baja de los 27 °C en todo el año. La temporada baja en Tailandia va de julio a octubre, por lo que los precios bajan considerablemente.

Mi mes favorito: ENERO, justo después de las vacaciones de Navidad, ya que las temperaturas son más agradables y te permiten visitar todo el país.

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Qué ver y qué hacer en Tailandia

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Jef responde a las preguntas más frecuentes

Su relieve acoge una gran variedad de paisajes, desde la impenetrable selva a las islas paradisíacas, o desde los montañosos bosques asiáticos a las playas de arena blanca. La fauna marina es extremadamente rica y fácilmente accesible. En cuanto al clima, varía mucho en función de la estación y la región, lo que le permite poseer una gran riqueza de fauna terrestre. Verás también que la religión es omnipresente en todo el país: miles de templos, estatuas gigantes y monumentos son testigos eternos de esta acogedora cultura. También contrastan las pequeñas tribus aisladas con las grandes ciudades activas, como es la de Bangkok, la famosa Ciudad de los Ángeles, que se merece por supuesto todo un día de visita. Como ya sabes, hay tantas cosas por visitar en Tailandia para ese espíritu explorador que tienes, que hay que priorizar destinos. Una estancia de tres semanas parece ser lo ideal. En este período de tiempo podrás tener una visión representativa de la mayoría de las facetas que esconde este magnífico país. Te permitirá impregnarte de su cultura, de su naturaleza, te brindará tiempo suficiente para visitar las principales ciudades y los pequeños rincones más escondidos, y podrás combinar mar y montaña. Sin duda, tres semanas que solo te harán plantearte cuándo volverás de nuevo al país de las sonrisas.

Un viaje de dos semanas a Tailandia debe comenzar con una parada en Bangkok. El cambio de aires es total e inminente, ya verás. Dos o tres días en esta ciudad serán ideales para explorar las curiosidades que posee la capital. El resto del viaje lo puedes repartir de manera equilibrada entre el norte y el sur del país. El centro neurálgico del norte es la ciudad de Chiang Mai. Es en este lugar estratégico donde puedes fácilmente hacer senderismo en las montañas durante algunos días, lo que te permitirá integrarte de lleno entre etnias autóctonas como la tribu Karen. Y para completar la aventura, un plan perfecto es una comida con sus lugareños en medio de la naturaleza. Te recomendamos por lo menos unos tres días de senderismo para mimetizarte completamente con el ambiente de la región. Y para un final de categoría, las islas del sur cuentan con las playas más bonitas del mundo, ya sea en la parte del mar de Andamán o en la del Golfo de Tailandia, donde el agua siempre está caliente y clara. Sus islas respiran el placer por la vida, y te llaman al descanso, al baño bajo el sol, al snorkel, al senderismo o a la fiesta. Pero no lo olvides, entre el norte y el sur, te recomendamos una parada en Bangkok para dejar tus cosas en el hotel mientras vas a la montaña o a la playa. Cuanto más ligero el equipaje, mejor.

La conexión entre las ciudades más grandes se puede hacer en avión, disponible de manera regular, en tren o en bus. Los trayectos se realizan tanto de día como de noche. Los billetes de avión no son siempre más caros que los de tren. El autobús es la opción más barata, aunque va un poco más lento que el tren y es bastante menos cómodo. Por la ciudad se suele utilizar el taxi. Pueden subir hasta cinco personas con una mochila grande por cabeza. Si vamos sin peso, los tuk-tuk tienen la ventaja de poder deslizarse fácilmente entre el tráfico. Por si no lo sabes, los tuk-tuk son una especie de vehículos motorizados con la parte posterior acondicionada para el transporte de pasajeros. Si no te importa ir apretujado, también caben cinco personas. También existen taxis colectivos llamados songthaew. Su ruta se establece en función de las solicitudes de los clientes. Aunque eso sí, la scooter es el transporte nacional por excelencia. Es muy fácil alquilar una en prácticamente cualquier sitio. Es una sensación muy agradable, aunque cuidado, que el sentimiento de libertad que te dan no te haga olvidar que es muy fácil tener un accidente. Si no quieres chafar tus vacaciones, ¡precaución!

Tailandia es un país reputado por su gastronomía. Estés donde estés, se come de maravilla en cualquier momento por cuatro duros. El arroz es el producto base de numerosos platos de ricos sabores, elaborados con una gran variedad de especias. Los productos del mar y las frutas son de una calidad excelente. La cocina tailandesa mezcla sabores, olores y colores con bastante éxito. Si no eres muy de salsas picantes, no dudes en avisar al personal del restaurante, si no, puede que no te puedas comer el plato. Si te gusta la comida enérgica, ¡este es vuestro sitio! Solo los postres pueden en ocasiones sorprender por un aspecto colorido que no está a la altura de su sabor, pues muchos de ellos se elaboran a base de arroz, colorantes y productos químicos. Y para los amantes del exotismo, aconsejamos el grillo asado. Se come como las patatas fritas, aunque el sabor se parece un poco al pollo asado. No es lo primero que uno quiere probar cuando va, eso seguro, pero está muy bueno. En Tailandia se comen como si fueran pipas. Pruébalo, ¡ya verás!

Para los europeos, los trámites para entrar en Tailandia son muy simples. Simplemente tienes que estar en posesión de un pasaporte con una vigencia mínima de 6 meses. Si te quedas menos de treinta días, no te pedirán ningún visado, excepto si tienes un billete de ida y vuelta. Las condiciones de acceso pueden variar según la situación política del país en ese momento. Antes de irte, consulta la página del Ministerio de Asuntos Exteriores. En cuanto a las vacunas, no se exige ninguna para poder emprender tu viaje. Sin embargo, es muy recomendable que te vacunes contra la hepatitis A y la fiebre tifoidea. El agua no es potable, y los riesgos de contagio son importantes: lleva cuidado con la diarrea del viajero o la disentería, que pueden manifestarse tiempo después de tu viaje. El consumo de agua no tratada, aunque sea para lavarse los dientes, está prohibido. No te fíes de los zumos de frutas ni de otras bebidas que contengan cubitos de hielo, al igual que de las ensaladas o las frutas, que podrían haber sido lavadas con agua contaminada. Ahora, eso sí, la Coca-Cola y la cerveza sí te las recomendamos. En esta misma línea, también te desaconsejamos que te bañes en agua dulce estancada. El paludismo es una enfermedad presente en algunas regiones de Tailandia, sobre todo en el norte y en los países fronterizos. Para evitar cualquier tipo de riesgos, lo más seguro es que consultes a un médico especializado para que, en función de la ruta que vayas a tomar, te prescriba (o no) un tratamiento adaptado. También te aconsejamos que te inscribas en el Registro de Viajeros del Ministerio de Asuntos Exteriores (de forma voluntaria y gratuita).

Sí, Tailandia está perfectamente adaptada para que puedas viajar con niños. Es un país saludable y seguro. Los tailandeses adoran a los niños y los respetan, lo que puede ser un modo de conectar con ellos. La gente viene enseguida de manera espontánea a hablar amablemente con los niños, y nunca de forma intrusiva u opresiva. El contacto con la gente siempre es educado y muy agradable. Además, todo lo que hay por descubrir en este país despertará sin ninguna duda el interés de los más pequeños. El senderismo está perfectamente adaptado para ellos, el mar está caliente y en calma, y la mayoría de las playas les pueden despertar las ganas de practicar snorkel. Así que lo único que podemos hacer es animarte a que explores Tailandia en familia.

La mayoría de los hoteles y restaurantes ofrecen acceso gratuito a Internet. La red suele ser de buena calidad. Si quieres llamar, te aconsejamos que te compres una tarjeta SIM local. Las puedes encontrar muy fácilmente, ya que en Tailandia hay muchas tiendas de telefonía. Eso sí, procura utilizar un teléfono liberado para no tener problemas con la nueva tarjeta. En cuanto a las llamadas, no te preocupes demasiado, una vez allí con Internet, no tendrás ningún tipo de problema de comunicación.

Las fiestas más célebres son sin duda las fiestas playeras Full Moon Party, que tienen lugar una vez al mes cada luna llena. Las más reputadas tienen lugar en la isla de Koh Phangan desde la caída del sol hasta el alba, y atraen a turistas de todo el mundo por la música, la droga y el alcohol. Desde luego, estas noches de desenfreno no forman parte de las fiestas tradicionales, y el espectáculo que dejan al día siguiente no es especialmente plato de buen gusto, aunque las autoridades trabajan para controlar y castigar muy severamente a los que participan en ellas. Las tradicionales, las de verdad, tienen lugar a lo largo de todo el año, como las fiestas religiosas o el cumpleaños del rey o de la reina. También son numerosas las ocasiones (siempre en días festivos) en las que la multitud se reúne para hacer una ofrenda en los templos.

Para los amantes de las compras, los grandes centros comerciales como el MBK y los mercados (especialmente los mercados al aire libre o los mercadillos de ropa) constituyen una gran atracción para los turistas por su buen precio. Aunque si lo que te gusta es lo artesanal, en Tailandia podrás encontrar desde artículos de orfebrería a otros productos artesanales hechos de madera o cerámica a un precio muy interesante.

-La gran afluencia de turistas en Tailandia puede considerarse tanto una ventaja como un inconveniente. Por culpa de la modernización, algunas de sus playas o de los lugares más turísticos están perdiendo su encanto natural,

- Además del gran coste de la vida en Tailandia para los turistas, la libre circulación puede variar en función de la situación política.

Aquí, cada lugar es único. Los hombres de negocios y los amantes de las compras vienen a las grandes ciudades como Bangkok, mientras que los adeptos al turismo prefieren hacer una parada en las tranquilas playas de Ko Lanta o Ko Chang, en el sur. Esta escapada al país de las sonrisas no puede terminar sin hacer una pausa para conocer su gastronomía y conocer de primera mano la cocina tailandesa, una de sus mayores facetas.

Información práctica

Idioma
Tailandés
Pasaporte
Obligatorio
Visado
No
Seguridad
País seguro