Clima y temperatura Francia : París

La Ciudad de las Luces goza de un clima templado y oceánico caracterizado por unos inviernos suaves, con temperaturas máximas de unos 8 °C, y unos veranos calurosos en los que la media se sitúa en torno a los 25 °C. Eso sí, nadie se escapa de las precipitaciones, que son frecuentes durante todo el año.

París en invierno:
Aunque los inviernos en París sean fríos, no son tan duros como en otras regiones de Francia. Las temperaturas mínimas suelen rondar los 2 °C e incluso alcanzan los 8 °C por el día en enero. Durante este período, el cielo suele estar encapotado, por lo que los parisinos no pueden disfrutar de los rayos del sol. Lo bueno de estas fechas es que no te toparás con tantos turistas. Esta época es ideal para ir de museos o de rebajas, que comienzan a principios de enero. Además, el ambiente navideño empieza a notarse. ¿Te vas a perder la decoración de los atractivos escaparates de los grandes almacenes o las luces navideñas que iluminan todas las calles?
París, la ciudad del amor, te enamorará en primavera:
La primavera marca la llegada de los días soleados, puesto que en estas fechas los días comienzan a ser más largos y el sol brilla con más fuerza. Las temperaturas máximas rondan los 20 °C, por lo que no es raro ver a mucha gente caminando por la capital o tomándose algo en las terrazas de las cafeterías que empiezan a llenarse. El tiempo será tu mejor aliado si quieres realizar una visita a la Foire du Trône, una gran feria a las afueras de París, o también si buscas divertirte en algún parque de atracciones, pasear por los jardines de la ciudad, dar una vuelta en barco por el Sena o asistir a un partido de tenis en el Roland Garros.
París en verano:
En París suele hacer bastante calor en verano, alcanzando las temperaturas los 26 °C por el día. Pero, ¡ojo! No te fíes mucho, que aunque el sol brille en el cielo, eso no quiere decir que las lluvias no estén a la orden del día. Si quieres enamorarte de París, te recomendamos que visites esta maravillosa ciudad en agosto, pues en este mes los parisinos abandonan la ciudad para irse de vacaciones. Esto te garantiza que podrás moverte sin problemas en coche o en bicicleta y que el metro no estará abarrotado. Además, será mucho más fácil acceder a los principales sitios turísticos sin tener que esperar en interminables colas. Este mes es perfecto para relajarse a orillas del Sena o para asistir al desfile del 14 de julio en la Avenida de los Campos Elíseos.
La Ciudad de las Luces en otoño:
En otoño, las temperaturas mínimas se sitúan en torno a los 6 °C y pueden subir hasta los 14 °C durante el día. En esta época es más normal que el cielo esté cubierto de nubes y que el sol se deje ver menos. Eso sí, en estas fechas los jardines de la ciudad están preciosos, pues las hojas de los árboles se tiñen de bellos colores. La gran noria de la Plaza de la Concordia siempre está lista para ofrecerte una magnífica vista del Jardín de las Tullerías, del Louvre y de los Campos Elíseos.

Y bien, ¿cuál es la mejor época para visitar París? En cuanto al clima, la primavera es la estación más agradable porque las temperaturas no son demasiado elevadas y el sol brilla en el cielo. Septiembre también es un mes idóneo para organizar una escapada a París, pues el clima es ideal para hacer turismo.
Pero hay tanto que ver y descubrir en París que cualquier estación es perfecta para visitar la capital de Francia. De noviembre a marzo, los meses más fríos, puedes organizar visitas a los diferentes museos de la ciudad, aunque también puedes aprovechar los meses en los que hace más sol para descubrir los monumentos y parques al aire libre. Y si lo que quieres es desplazarte más fácilmente por París en coche o en metro, debes aprovechar las vacaciones escolares parisinas para descubrir esta capital. Los parisinos suelen huir de la ciudad durante las vacaciones y los puentes largos, por lo que será mucho más agradable moverse por la ciudad en estas fechas. Y, ¿por qué no? Podrás probar el velib', un servicio de bicicletas que te permitirá descubrir la ciudad en profundidad.