¿Cómo hacer que mi viaje a Jordania sea un éxito?

Jordania es una auténtica joya en el corazón de Oriente Medio. Los restos de las diferentes civilizaciones que han vivido en este país son verdaderos tesoros al aire libre muy valorados en el mundo entero.
Es imposible no sucumbir al encanto de Petra, esta mítica ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y considerada como una de las siete maravillas del mundo moderno. Empezarás a enamorarte de Jordania en cuanto cruces el Siq, un majestuoso cañón de casi un kilómetro de largo, y seguirás cayendo rendido/a a los encantos del país al ver el Khazneh, el monumento más emblemático de Petra. Esta antigua ciudad no solo alberga edificios de una increíble belleza arquitectónica, sino que también cuenta con muchos otros monumentos de arenisca rosa como el Monasterio de Petra y las innumerables tumbas trogloditas. Si das un paseo por la Ruta de los Reyes descubrirás muchos otros tesoros heredados de los persas, los romanos, los musulmanes y los bizantinos.
Jordania es un país con un rico patrimonio histórico, pero también es un destino de peregrinación religiosa desde hace siglos. Muchos pasajes bíblicos nombran lugares del paisaje jordano, como el Monte Nebo, considerado un lugar sagrado porque fue ahí donde Moisés avistó la Tierra Prometida.
Jordania es un auténtico paraíso para los amantes de las actividades al aire libre. El valle del Dana seducirá a todos los excursionistas y el Wadi Mujib reserva sensaciones fuertes para aquellos que quieran probar el barranquismo. Es imposible viajar a Jordania y no querer flotar en el mar Muerto, una experiencia que te hará guardar recuerdos de este mar tan salado para toda la vida. El desierto del Wadi Rum es un lugar que no te puedes perder si quieres descubrir la riqueza de la cultura beduina. Además, los paisajes que ofrece este desierto son espectaculares, por lo que no es de extrañar que algunas escenas de la película Lawrence de Arabia se grabaran aquí. El color rojizo de este desierto y sus gigantescas formaciones rocosas no dejan a nadie indiferente.
¿Y qué sería un viaje a Jordania sin conocer a ningún jordano? Sin duda alguna, los lugareños te recibirán con los brazos abiertos y con la mejor de sus sonrisas para hacerte sentir como en casa.